martes, 25 de enero de 2011

De Angustia y Manantial


Tuve la suerte de dar con una familia maravillosa. Y de caer en una casa con mucho, mucho espacio. El baño de servicio siempre fue mi preferido y no tengo recuerdo de haber traído grandes problemas en el edificio, ni en el consorcio. Sí el de haber roído mi dolor, apretarlo bien, hacerle todos los dobleces posibles, hasta hacerlo desaparecer casi, por completo.

- qué girás la cabeza y mirás para arriba vos, antes de cruzar?
- Yo? el semáforo. Y usted?
- tenés razón. Nunca se sabe. Además, con el de peatón no alcanza.

Nos conocimos con la soga al cuello. Yendo por Olleros y doblando por Migueletes, siempre me agarraba la cosa ésa, la electricidad de la intuición certera, corporal, de que en el puesto de diarios de la plazoleta iba a estar él. Lo conoci aprendiendo a andar en skate. En realidad, mordisqueando la tabla para ver si de prepo ligaba algún envión que me distrayera de mi propia distracción. Lo encontré a plena luz del día, con la calle enteramente -y después de las fiestas-vacía, un día miércoles. Era una época de mi vida donde me la pasaba sofocando cuestiones, viviendo. Y tan pero tan vacía estaba mi calle que a veces pienso que si no hubiese sido por el Sr Ramírez, el peor de los mutismos, el del sin sentido, decía, seguiría haciendo de las suyas, cultivando la quietud entre las copas de los árboles. Y justamente viene al caso: fue por el Sr ramírez que supe de cada uno de mis árboles. Y también me anoticié de las flores y de los regalos, librados al azar sobre esas calles. Pude ver también las baldosas flojas, sobre las cabezas de mis amos y las alcantarillas por donde escapar, para esconderme de aquél -aquél mismo que me consta ahora- que sólo en mi creencia pasa factura. El hecho era más que llamativo: era como si esos árboles se reflejasen en el Sr Ramírez y, en ése acto reflejo, quedasen capturados por un tinte positivo que, definitivamente, partía de él. Muchos de ésos árboles ya no estaban y bastaban con 5 segundos de su silencio para que pueblen mis calles. El movimiento dicho así, era inverso al pensado. Otros árboles adquirían vida en mi recuerdo más allá de su presencia pero claro: solo se recuerda lo que se perdió? Lo cierto es que nunca arribamos a ninguna conclusión acerca de nada. No perseguíamos esas ambiciones. Ni siquiera cargabamos con la elocuencia de superhéroes destronados, con la rebeldía falaz de aquellos que siendo libres se convierten en sus propios prisioneros, ni con el diaro hecho rollo en la boca cual botella de mensajes a descifrar. Nos íbamos encontrando. Nunca le dije, pero siempre adoré su piel, arrugada y gris. De razas mucho nosé, pero si me tuviese que jugar, diría que el era el mastín napolitano más lindo de la ciudad. Entre sus pliegues circundaban las moscas. Tenía las piernas chuecas, sin rodillas y una cola que iba al ritmo pendulante de su estado de ánimo. A veces se ponía celoso de Jacko, un callejero que los días de lluvia se las ingeniaba para entrar a la fábrica de pastas y repartirnos la pastafrola mientras el se chupaba las gotas de sambayón del telgopor del tacho naranja hasta hacerlo brillar.Yo, en secreto, siempre le regalaba al sr ramírez mi porción. A veces pienso que su ego, tan gigante como doblegado, no le hubiera permitido vislumbrar mis halagos. Solía venir a casa seguido. sus padres y los míos eran conocidos de la vida. Su madre era gitana. Movía las caderas al bajar por la avenida Lacroze sin el más mínimo temblor, o timidez. Eso sí, a la hora de cagar la tipa era limpita. Se ubicaba en su balcón y esperaba a que caiga la noche y junto con ella, las persianas. Obviamente, no voy a ser muy original si confieso que me enamoré de ése amor del Sr ramírez como hijo. Y como nieto! A su edad, todavía tenía contacto con la anciana a través de sus gustos. Podés creer? Se me acaba de borrar el título de ésta anécdota. Una noche, mientras nuestros padres estaban meta fumatear, a Ramírez le agarró antojo de Merluza llovida con aceite de Oliva y perejil. Y cuando el tipo tenía un antojo, el mundo podía seguir, paralelo. Fue así que nos detuvimos en la entrada de servicio, esperando al delivery de las pizzas, cuando el ama de llaves abrió la puerta para sacar la basura, entonces nos miramos y salimos. Corriendo por el boulervard llegamos a la esquina de Don Ariel y, jugando con los flecos multicolores de la entrada, me pidió una vez más que me ubique a un costado. Porqué? - Ya sabés porqué - quiero escucharlo una vez más - los actos de generosidad en ésta vida, siempre llegan por el costado - Ay Sr Ramírez, ésas cosas tan inentendibles que usted dice... En ése momento una mano humana me estiraba un nylon lleno de merluza, pero para cuando lo busqué entusiasmada al Sr Ramírez, mi entusiasmo mutó, una vez más, en su nuevo entusiasmo: una cabeza de pulpo violeta que reposaba en un tacho a la orilla del mueble y su mirada fija en aquel ojo. -me hace acordar al ojo de chancho que una vez trajo La negra a casa de uno de sus campamentos atrofiados a punta indio, en su época de girlscout ´Dios Patria hogar´. la expulsaron. Parece que la tipa vió como mataban a un chancho y se llevó el ojo y la oreja de recuerdo. Lindo estuvo al cuarto día, cuando cayo en la cuenta de sus restos olvidados en su bolso. Lo mismo hizo con el colmillo de la Foster cuando falleció, mordiendo al veterinario. Dígame Sr Ramírez, ud me escucha cuando le hablo? - Es la detención del tiempo. Es la muerte hecha vida en la mutación de sentido. -Qué cosa? - Eso mismo. Ése ojo que, despojado, descatectizado de furia, se mira a él solo. Y así vamos, creyendo que nos vemos en los otros cuando el otro en verdad mirá: es un pulpo muerto. -a mi me gustan sus tentáculos. mucho. Terminé de decir éso y la risa del Sr Ramírez alrededor de mi cuello, se burlaba de mi bufanda, hecha de ventosas. -Te combina lindo, con ése pelo de cóquer spanish que llevás, según como te cae el tiempo. Sonreí y le pregunté si tenía idea, si sabía algo acerca de las artes culinarias, acerca del pulpo a la gallega y la merluza. - Sí, contestó. El pulpo a la gallega hay que dejarlo una noche entera sumergido en un frasco con leche. Y continuó: 24 horas y la cosa se desmenuza en tu boca. -Y Ud cómo sabe esas cosas? - Secretos de tradición, que ya van a venir.

Esa noche no volvimos a casa. Elegimos permanecer en la plazoleta, haciendo guardia, cuidando al pulpo. La angustia del día cayo en picada en un llanto que se prolongó lo que dura una madrugada y cuando amaneció -mientras Jacko se hacía el langa repartiendo pastafrola- nuestros paladares saboreaban los restos de una piel nutrida, tan tierna como muerta, de las lágrimas de un cielo que en sus nubes, sigue dando la vida a cambio de la digestión mas sana.

2 comentarios:

  1. No sabia cuanto podria llegar a extrañar tus escritos

    Pero es verdad, y esta espera se hizo mas larga de lo que yo creia, pero bueno, aqui estas de nuevo, dandole de comer a mi alma.


    Eres la mejor escritora de blogs que conozco y no es poco eso en realidad...

    A ver cuanto te dura este año....consentida!!!

    BESOS Y ABRAZOS COMO LOS QUIERAS Y DONDE LOS QUIERAS!!!!

    STAROSTA
    (UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)

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  2. Ay Starosta, mire lo que le voy a decir: su foto tiene algo de milico. Y por cierto, creo que en mi caso me alejo en proporción a lo que extraño. A mi me pasa lo mismo con Rafael, y con todos sus personajes.

    Gracias a Ud entonces, Starosta.


    Comprenderá que lo deje ahora, por dos motivos:

    1. ando preparando un tuco y se me dió por picar cebolla. *Y no me pida que lo relea esta vez! No vaya a ser cosa todavía, que se me atragante el canelón (Nada que una Villa Vicencio Sport no pueda solucionar, por otra parte, habrá notado. imagino.)


    2. ando viendo comer, rezar y amar y ya me quedé dormida 2 veces de las tantas que no recuerdo. ¿Se reiría de mi si le cuento que la pregunta sigue siendo la misma? Ésto es: ¿Cuando puta madre entra Javier Bardem en el film? queloparió!


    Por cierto, veo que su blog ha mutado de placenta y éso, éso siempre es un motivo real para brindar. Algo así como la sana costumbre ¿Se acuerda? Y porqué no si le parece esta noche... tekila, tabaco y rhon!

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