miércoles, 20 de julio de 2011

Niñera Armadura

Ya la había visto varias veces. No tanto entre las aulas sino mas bien deambulando, con sus manos ocupadas siempre, en algún que otro pasillo. Pero la mañana de ese día martes en la clase de estadística, trajo consigo algo más que esa sensación de esperanza de llegar, al fin, a mitad de la semana (es que ella llevaba unas cerealitas en su mano que combinaban perfectamente son su sweater entre anaranjado y color durazno) Entonces apoyó los pies sobre la línea de bancos de adelante, quedando casi casi en posición de parto, viste? Dos laterales unidos por un techo invisible. Se dio vuelta, me ofreció una galletita y dije para adentro: es igual a Luisina Brando. Esa costumbre un tanto tensionante que me acompaña desde chica. El mutismo del orgasmo que concluye en el momento exacto de encontrar un parecido (ahí vuelvo, es que tengo una jefa nueva que me está enseñando muchas cosas

1 comentario:

  1. El olvido no nos habita minha querida...

    (el olvido es la conciencia)

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